Algunas estructuras de concreto en Roma han existido durante dos siglos, mientras que nuestras estructuras de concreto modernas pueden llegar a deteriorarse en los primeros 50 años. Nos sorprende cómo dominaron la producción de concreto sostenible.

En la época del Imperio Romano, el uso de la cal como cemento estaba bien establecido. Con 200 años de Pax Romana (Paz en Roma), los ingenieros pasaron de actividades militares a proyectos civiles. Como resultado, se inició un gran desarrollo del concreto y un auge de la construcción en todo el Imperio Romano.

Como centro del imperio, Roma atrajo a muchos de los principales ingenieros y artesanos de la época. Las mejores personas querían ser parte del auge de la construcción, por lo que este gran talento logró generar innovación y desarrollo de nuevas técnicas de construcción.

¿Cómo se creaba el concreto romano?

Los antiguos romanos no fueron los primeros en crear concreto, fueron los primeros en utilizar el material de forma generalizada. Los romanos utilizaron con éxito el concreto en la mayoría de sus construcciones. Los romanos desarrollaron una nueva mezcla de concreto utilizando puzolana, una fina ceniza volcánica que se encuentra en el sur de Italia, se mezcla con cal y agua de mar para crear una forma de concreto fuerte y resistente.

El concreto romano se llamaba opus caementicium, que significa concreto mezclado con pequeñas piedras. Las piedras unidas por el concreto agregan fuerza, lo que significa que se requiere menos concreto para llenar el espacio. El concreto romano también fue único en el sentido de que, gracias a su composición química, se endureció bajo el agua, lo que permitió a los romanos construir muelles, puertos, puentes e incluso los cimientos de las ciudades más fuertes. Luego empaquetaron la mezcla en forma de madera y, una vez endurecida, apilaron los bloques como si fueran ladrillos.

¿El concreto romano realmente era mejor que el concreto moderno?

Algunos argumentan que el concreto que usaban los romanos era de mejor calidad que el que se usa hoy. Investigaciones realizadas por científicos estadounidenses e italianos han demostrado que el concreto utilizado para construir el puerto romano en el Mediterráneo es más resistente que el concreto moderno, conocido como cemento Portland.

El proceso de producción es completamente diferente. El cemento Portland se fabrica calentando arcilla y piedra caliza (con varios aditivos) en altas temperaturas, mientras que los romanos usaban puzolana (cenizas volcánicas) y mucha menos cal a temperaturas más bajas.

El puerto de Roma permaneció intacto después de 2000 años de olas golpeando el rompeolas del puerto, mientras que el concreto de Portland comenzó a erosionarse en menos de 50 años de olas golpeando.

El concreto de la antigua Roma también tiene propiedades de flexión que el concreto Portland no tiene debido a su cal y puzolanas (cenizas volcánicas), lo que explica por qué no se agrieta después de décadas. Además, la puzolana (derivada de cenizas volcánicas) hace que el concreto sea más resistente al agua salada que nuestro concreto actual.

Sorprendentemente, cuando cayó el Imperio Romano, se perdió el conocimiento de hacer concreto. Siglos después, en 1710, un ingeniero francés la redescubrió. Su fórmula sigue siendo la fórmula básica utilizada para hacer concreto de cemento Portland hasta el día de hoy.

El concreto armado (reforzado con barras de acero) no era implementado en la antigua Roma. Como resultado, los edificios duran más porque no sufren la corrosión del acero.

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